Menu
URL del sitio web:

Preguntas frecuentes en el cáncer de próstata

¿Cuáles son las dimensiones de la próstata y para qué sirve?

La próstata es una glándula que tiene un volumen aproximado de 20 cc, se encuentra debajo de la vejiga, rodeando a la uretra y por delante del recto. Su función principal es producir los fluidos que componen el semen.

preguntasProstata

¿Se puede prevenir el cáncer de próstata?

Cuando se abordaron los factores de riesgo se señaló la importancia de la alimentación. Por este motivo las dos principales medidas preventivas son: evitar dietas ricas en grasas de origen animal y aumentar el consumo de alimentos ricos en licopenos, tales como el tomate.

¿En qué zona de la próstata suelen aparecer los tumores?

En la próstata, en términos generales, hay una zona central y una zona periférica. Prácticamente tres de cada cuatro tumores se localizan en la zona periférica.

¿Por qué es importante realizar un diagnóstico precoz en el cáncer de próstata?

La importancia del diagnóstico radica en que se trata de un tumor frecuente y que tiene buenas opciones terapéuticas.

Si la biopsia es negativa, ¿se descarta la presencia de tumor?

Desgraciadamente no. A pesar de que la biopsia es en este momento una pieza esencial en el diagnóstico del cáncer de próstata, no tiene una efectividad del 100%, especialmente en aquellos varones en los que la próstata es de gran tamaño. Se calcula que una primera biopsia es capaz de diagnosticar casi el 75% de los tumores y que con una segunda biopsia el porcentaje se eleva al 90%.

¿Se puede curar el cáncer de próstata?

La curación del cáncer de próstata depende del momento en el que se diagnostique. Si el tumor se encuentra localizado en la próstata las posibilidades de curación son muy elevadas. Sin embargo, si hay afectación de los ganglios linfáticos o de otros órganos (metástasis) las posibilidades de curación disminuyen en gran medida.

¿En qué consiste la prostatectomía radical?

Consiste básicamente en la extirpación total de la próstata, vesícula seminal y extremidades del conducto deferente. A pesar de ser una técnica agresiva, es una de las opciones que más se llevan a cabo.

¿Es útil la radioterapia en el cáncer de próstata?

La radioterapia es uno de los abordajes terapéuticos frecuentes del cáncer de prótata. Se emplea especialmente en aquellos casos en los que el tumor está confinado a la próstata y en pacientes seleccionados que tienen tumores localmente avanzados.

¿Después de la quimioterapia existe alguna alternativa de tratamiento?

Hasta hace unos meses, después de la quimioterapia con docetaxel se utilizaban opciones de tratamiento para paliar los síntomas de los pacientes e intentar controlar la enfermedad, sin embargo ninguno de estos tratamientos había demostrado eficacia de forma consistente. En Enero de 2012 aparecen dos nuevos fármacos que prolongan la supervivencia en estos pacientes, una quimioterapia parecida a docetaxel (cabazitaxel) y un fármaco oral (acetato de abiraterona) que además reduce el dolor y mejora la calidad de vida de los pacientes.  

Preguntas frecuentes sobre la incontinencia en la mujer

Lo que necesitas saber sobre las pérdidas de orina

¿Qué puedo lograr al entrenar la vejiga?

Al realizar los ejercicios fisioterapéuticos específicos para el reforzamiento de la musculatura pélvica, o bien, los métodos de reentrenamiento vesical podremos mejorar enpreguntas incontinencia diversos aspectos como: controlar la urgencia de orinar, aumentar la capacidad de la vejiga de albergar más cantidad de orina y alargar el tiempo entre las idas al baño. Es interesante antes de empezar con este tipo de ejercicios contar con un diario en el que iremos anotando cuántas veces y con qué frecuencia acudimos al baño. De esta manera, descubriremos si los ejercicios están surtiendo efecto. Su médico o especialista deberá conocer estos datos para saber si el entrenamiento de la vejiga mejora su incontinencia.

¿Cómo identifico los músculos para los ejercicios de Kegel?

Para identificar los músculos pubocoxígeos, que son los músculos que van desde la parte superior de la pelvis, el pubis, hasta la parte posterior de la pelvis, el coxis, detendremos la micción mientras orinamos. Esta prueba sólo debe realizarse para reconocer los músculos, no es la manera de realizar los ejercicios. Debes tener esto en cuenta ya que si jugamos a detener la micción de una forma repetida podremos desarrollar infecciones de orina. Otra forma de reconocer estos músculos consiste en introducir un dedo limpio en la vagina e intentar apretarlo. Con este ejercicio aprenderemos a notar la contracción y la relajación a través de la presión que notaremos en el dedo. Otro método consiste en la utilización del cono vaginal, dispositivo con un peso que se inserta en la vagina. Debemos intentar que no se caiga al suelo contrayendo los músculos pélvicos.

Si con estas claves no has descubierto cuáles son los músculos que debes ejercitar puedes acudir a tu especialista para que a te ayude a encontrarlos y te enseñe la manera de ejercitarlos correctamente. Las técnicas utilizadas en la consulta médica para ayudarnos a localizar la zona a ejercitar son la biorretroalimentación, que es un método de reforzamiento positivo, y la estimulación eléctrica, que ayudará a localizar los músculos a reforzar.

¿Cuándo empezaré a notar los resultados positivos?

Los resultados no se obtienen de inmediato, así que no se desanime tan pronto. El éxito de estos ejercicios fisioterapéuticos dependerá de la disciplina a la hora de realizar los ejercicios y, por supuesto, de una correcta realización de los mismos. Si quieres obtener resultados deberás realizar estos ejercicios de 4 a 6 veces en series que repetiremos 3 veces al día. A partir de los 6 meses notaremos los resultados, pero debes continuar realizándolos. No te preocupes si no encuentras tiempo para realizar los ejercicios de Kegel, estos ejercicios pueden realizarse en cualquier lugar y mientras realizamos cualquier actividad cotidiana, mientras acudimos al trabajo en coche, mientras hablamos por teléfono o caminamos por la calle.

¿Por qué se debilitan los músculos durante el embarazo?

Las causas principales por las cuales la musculatura pélvica se debilita durante el embarazo y el posterior parto son: el aumento del peso del útero que provocará una mayor presión sobre los músculos pélvicos, los cambios hormonales y la dilatación durante el parto. Pero no te preocupes, podrás realizar ejercicios de fortalecimiento de los músculos del suelo pélvico para volver a obtener la elasticidad y fuerza de antes.

¿Por qué se debilita el suelo pélvico durante la menopausia?

La menopausia trae consigo muchos cambios para la mujer, al dejar de producir el cuerpo estrógenos, la hormona femenina, pueden verse afectados los músculos abdominales. Estos músculos son los que mantienen la vejiga, por tanto, si estos músculos se debilitan dejarán escapar la orina de forma involuntaria.

Cuando no mejoro con los ejercicios ¿qué opción me queda?

En el caso de que tras tres meses de realizar los ejercicios correctamente no encuentre una mejoría significativa es probable que necesite una cirugía para resolver la incontinencia. Tenga en cuenta que la cirugía no es sólo para los casos graves y crónicos, sino para aquellas mujeres a las que su incontinencia les afecta en su validad de vida. Para ello es muy importante que se ponga en manos de un experto en la materia.  

La incontinencia urinaria en la mujer

Continúa siendo uno de los principales problemas de la mujer. En la actualidad, afecta al 10 por ciento de las mujeres mayores de 50 años, que, por vergüenza, en muchas ocasiones viven en silencio este problema, y más allá de una cuestión médica para muchas de ellas constituye un problema social.

IncontinenciaMujerEsta realidad, ha quedado en evidencia en el transcurso del Congreso Europeo de Urología celebrado en Milán, donde se ha destacado la necesidad de ampliar el arsenal terapéutico destinado a mejorar la sintomatología de esta enfermedad, además de insistir en que la rehabilitación puede contribuir en gran medida a aumentar la calidad de vida de las afectadas. La mayoría de las mujeres afectadas no sólo desconoce las alternativas terapéuticas disponibles para su tratamiento, sino que además lo asumen como algo inevitable por su edad, por lo que es fundamental el papel que los profesionales sanitarios pueden jugar en la orientación y consejo de estas mujeres.

En este sentido, la mayoría de las mujeres españolas desconoce que unos sencillos ejercicios de rehabilitación después del parto contribuyen a prevenir una posible incontinencia de orina con la llegada de la menopausia. Los expertos admiten que en nuestro país todavía no se ofrece este consejo con la frecuencia que sería deseable.

Ante la incontinencia urinaria de esfuerzo, las mujeres pueden manifestar dos actitudes totalmente opuestas: «la esconden porque sienten vergüenza de decir que la sufren, o porque la creen normal y, por tanto, no buscan consejo médico ni consideran las posibilidades de evitar su sintomatología». Además, esta patología no sólo afecta a la calidad de vida de quien la sufre, sino también a su autoestima y a su seguridad. Por este motivo, los urólogos se muestran favorables a las distintas posibilidades terapéuticas que contribuyan a solucionar esta situación. De hecho, las terapias actuales permite curar el 85 por ciento de los casos de incontinencia de orina. Además, hay muchas mujeres que no pueden ser sometidas a cirugía, por lo que otros medios conservadores, como el farmacológico, pueden ayudarles. «La incontinencia urinaria de esfuerzo, a diferencia de otros tipos de incontinencia, tiene muchas opciones terapéuticas, por lo que hay que valorar cuál es el ámbito de aplicación real de estas nuevas posibilidades de tratamiento». Incontinencia en España De forma global, la incontinencia afecta al tres por ciento de la población española. Aproximadamente, se estima que la mitad de las mujeres tendrán un problema de incontinencia en algún momento de su vida. Más del 8 por ciento de las mujeres con edades comprendidas entre los 35 y los 50 años ha tenido algún episodio de incontinencia. A partir de los 55 años este porcentaje se incrementa hasta alcanzar un 12 por ciento, ya que en la etapa menopáusica el déficit de los estrógenos disminuye la presión en la uretra y favorece la incontinencia que ya existía previamente. Superados los 65 años, el riesgo de incontinencia se iguala entre hombres y mujeres; de hecho, se calcula que más del 15 por ciento de los ancianos padece este trastorno que repercute significativamente sobre su calidad de vida.  

Suscribirse a este canal RSS